“Queridos hijos: Hoy, cuando la luz del nacimiento de Jesús ilumina al mundo entero, con Jesús en mis brazos, oro de manera especial para que cada corazón se convierta en el establo de Belén en que nacerá mi Hijo, y para que sus vidas se conviertan en la luz de Su nacimiento. Hijitos, ustedes viven en la aflicción y en el miedo. Por eso, hijitos, hoy en este día de gracia, pidan a Jesús que fortalezca su fe y se convierta en el Soberano de sus vidas porque, hijos míos, solo con Jesús en sus vidas no verán aflicción sino que orarán por la paz y vivirán en paz; no verán miedo sino que verán a Jesús que nos libera de todos los miedos. Yo soy su Madre que vela continuamente por ustedes y los bendigo con mi bendición maternal.”

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