«Queridos hijos, permitan que en este tiempo santo [de Adviento], el amor y la gracia de mi Hijo se derramen sobre ustedes. Solamente los corazones puros, corazones llenos de oración y misericordia, pueden sentir el amor de mi Hijo. Oren por aquellos que no tienen la gracia de sentir el amor de mi Hijo. Hijos míos, ¡ayúdenme! ¡Les doy las gracias!»