«Queridos hijos: con Corazón materno, hoy los invito a que aprendan a perdonar, completa e incondicionalmente. Ustedes sufren injusticias, traiciones y persecuciones, pero gracias a eso están más cerca de Dios y son más amados por Él. Hijos míos, oren por el don del amor. Solo el amor perdona todo, como mi Hijo perdona; síganlo a Él. Estoy en medio de ustedes y pido para que, cuando estén ante el Padre, puedan decir: “Aquí estoy, Padre, yo seguí a tu Hijo, he amado y perdonado con el corazón, porque creo en tu juicio y confío en Ti”. ¡Les doy las gracias!»