«Queridos hijos, también hoy los invito a la oración. Ahora más que nunca, cuando mi plan ha comenzado a realizarse, Satanás es fuerte y quiere arrasar con mis planes de paz y de alegría, y hacerlos pensar que mi Hijo no es firme en Sus decisiones. Por eso los invito a todos, queridos hijos, a orar y a ayunar con firmeza aún mayor. Los invito a la renuncia durante nueve días para que, con su ayuda, todo lo que yo quería que se realizara por medio de los “secretos” que comencé en Fátima, pueda cumplirse. Los invito, queridos hijos, a comprender ahora la importancia de mi venida y la seriedad de la situación: deseo salvar a todas las almas y presentarlas a Dios. Por eso, oremos para que todo lo que he comenzado se realice plenamente. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»