«Queridos hijos, hoy los invito de manera especial a orar por la paz. Queridos hijos, sin la paz no podrán experimentar el nacimiento del Niño Jesús, ni en este día ni en su vida cotidiana. Por lo tanto, oren al Señor de la Paz para que los proteja bajo Su Manto y les ayude a comprender la grandeza y la importancia de la paz en sus corazones. De este modo, serán capaces de difundir la paz desde sus corazones al mundo entero. Estoy con ustedes e intercedo por todos ante Dios. Oren, porque Satanás desea destruir mis planes de paz. Reconcíliense unos con otros y ayuden a que con su vida la paz reine en toda la Tierra. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»