«Queridos hijos, también hoy los invito a orar. Oren, hijitos, de manera especial, por todos aquellos que no han conocido el amor de Dios. Oren para que sus corazones se abran y se acerquen a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús, para que podamos transformarlos en hombres de paz y de amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»