«Queridos hijos, también hoy de manera particular los invito a abrirse a Dios Creador y a que se vuelvan activos. En este [tiempo de Cuaresma], hijitos, los invito a que vean quién tiene necesidad de su ayuda espiritual o material. A través de su ejemplo, hijitos, ustedes serán las manos extendidas de Dios que la humanidad busca. Solo así comprenderán que son llamados a dar testimonio y a convertirse en alegres portadores de la Palabra y del Amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»