«Queridos hijos, los amo a todos con alegría en el corazón, y los invito a acercarse a mi Corazón Inmaculado para que los pueda acercar aún más a mi Hijo Jesús y para que Él pueda darles su paz y su amor, que son alimento para cada uno de ustedes. Ábranse hijitos a la oración, ábranse a mi amor. Yo soy su Madre y no puedo dejarlos solos en el deambular y en el pecado. Hijitos, ustedes son llamados a ser mis hijos, mis hijos amados, para poderlos presentar a todos a mi Hijo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»