«Queridos hijos, también hoy deseo llamarlos a todos para que sean fuertes en la oración y en los momentos en que las tentaciones los asalten. Vivan en la alegría y en la humildad su vocación cristiana y den testimonio a todos. Yo estoy con ustedes y los llevo a todos ante mi Hijo Jesús; Él será para ustedes fuerza y apoyo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»