«Queridos hijos, los invito a cada uno a comenzar a vivir en el amor de Dios. Queridos hijos, ustedes están prontos a pecar y a ponerse en manos de Satanás sin reflexionar. Los invito a cada uno a decidirse conscientemente por Dios y contra Satanás. Soy su Madre, y por eso, deseo conducirlos a todos a la santidad completa. Quiero que cada uno sea feliz aquí en la Tierra y que también esté conmigo en el Cielo. Queridos hijos, este es mi deseo y el propósito de mi venida aquí. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»