«Queridos hijos, los estoy invitando desde hace años a través de los mensajes que les doy. Hijos míos, por medio de los mensajes deseo crear un bellísimo mosaico en sus corazones a fin de presentar a cada uno de ustedes a Dios como una imagen original. Por eso, hijitos, deseo que sus decisiones sean libres ante Dios, porque Él les ha dado la libertad. Por eso, oren para que, libres de cualquier influencia satánica, puedan decidirse solamente por Dios. Yo oro ante Dios por ustedes y les pido su entrega a Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»