«Queridos hijos, hoy los invito a prepararse para la venida de Jesús. De manera especial preparen sus corazones. Que la Santa Confesión sea para ustedes el primer acto de conversión y luego, queridos hijos, decídanse por la santidad. Que su conversión y decisión por la santidad comience hoy, no mañana. Hijitos, a todos los invito al camino de la salvación; deseo mostrarles el camino hacia el Paraíso. Por eso, hijitos, sean míos y decídanse conmigo por la santidad. Hijitos, acepten la oración con seriedad y oren, oren, oren. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»