«Queridos hijos, los invito a la oración ahora que Satanás está fuerte y se quiere adueñar de tantas almas como sea posible. Oren, queridos hijos, y tengan más confianza en mí, porque estoy aquí con ustedes para ayudarlos y guiarlos por un camino nuevo, hacia una vida nueva. Por eso, queridos hijitos, escuchen y vivan lo que les digo, porque es importante para ustedes que, cuando ya no esté con ustedes, recuerden mis palabras y todo lo que les he dicho. Los invito a cambiar su vida desde el principio y a que se decidan por la conversión, no con palabras sino con su vida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»