«Queridos hijos, hoy los invito a enamorarse del Santísimo Sacramento del Altar. Hijitos, adórenlo en sus parroquias, y de esta manera estarán unidos con todo el mundo. Jesús se convertirá en su amigo y ustedes no hablarán de Él como de alguien que apenas conocen. La unión con Él será alegría para ustedes y se convertirán en testigos del amor que Jesús tiene por cada criatura. Hijitos, cuando ustedes adoran a Jesús están también cerca de mí. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»