«Queridos hijos, hoy de nuevo los invito a convertirse en portadores de mi paz, especialmente ahora, cuando se habla de que Dios está lejos, y en verdad, nunca ha estado más cerca de ustedes. Los invito a que leyendo la Sagrada Escritura, renueven la oración en sus familias y experimenten la alegría en el encuentro con Dios que ama a sus criaturas infinitamente. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»