«Queridos hijos, mi Hijo, muchas veces en el Evangelio, dice estas palabras: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo los haré descansar, les daré fortaleza.” También hoy los invito, queridos hijos: vayan a Él, encuéntrenlo, decídanse por Él y vayan con Él hacia el futuro. De ese modo, estarán seguros y protegidos, porque el mundo de hoy no puede darles seguridad ni paz, solo Él puede hacerlo. De manera especial los invito, queridos hijos, a perseverar en la oración. Yo, su Madre, oro por todos ustedes e intercedo ante mi Hijo por todos ustedes. Gracias, queridos hijos, por haber respondido hoy a mi llamado.»
