“Queridos hijos, también hoy deseo invitarlos de manera especial a orar por la familia y por la santidad en la familia. Queridos hijos, oren, oren, oren. Hoy más que nunca es necesario orar por la familia, para que sane espiritualmente. ¡Gracias queridos hijos por haber respondido también hoy a mi llamado!”.
