Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de diciembre de 1993
«Queridos hijos, hoy me lleno de gozo con el Niño Jesús y deseo que la alegría de Jesús entre en cada corazón. Hijitos, con el mensaje les doy una bendición junto a mi Hijo Jesús, para que la paz reine en cada corazón. Hijitos, los amo y los invito a todos a que se acerquen a mí por medio de la oración. Ustedes hablan, hablan, pero no oran. Por eso, hijitos, decídanse por la oración; solamente así serán felices y Dios les concederá lo que piden. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de noviembre de 1993
«Queridos hijos, como nunca antes, en este tiempo, los invito a prepararse para la venida de Jesús. ¡Que el Niño Jesús reine en sus corazones! Solo serán felices cuando Jesús sea su amigo, entonces no les será difícil orar, ni ofrecer sacrificios, ni testimoniar la grandeza de Jesús en su vida, porque Él les dará, fortaleza y alegría en este tiempo. Estoy cerca de ustedes con mi intercesión y mi oración; los amo y los bendigo a todos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de octubre de 1993
«Queridos hijos, en estos años los he invitado a orar, a vivir lo que les digo, pero ustedes viven poco mis mensajes. Hablan, pero no los viven, por eso esta guerra está durando tanto. Los invito a abrirse a Dios y a vivir en su corazón con Dios, viviendo el bien y dando testimonio de mis mensajes. Los amo y deseo protegerlos de cualquier mal, pero ustedes no lo desean. Queridos hijos, si no viven los Mandamientos de Dios, si no viven la Santa Misa, si no se apartan del pecado, no los puedo ayudar. Los invito a convertirse en apóstoles del amor y de la bondad. Den testimonio de Dios y de Su amor en este mundo sin paz y Dios los bendecirá y les dará lo que le piden. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de septiembre de 1993
«Queridos hijos, yo soy su Madre y los invito a acercarse a Dios a través de la oración, porque solo Él es su paz, su Salvador. Por eso, hijitos, no busquen el consuelo material sino a Dios. Oro por ustedes y por cada uno intercedo ante Dios. Pido sus oraciones para que me acepten y acepten también mis mensajes, como en los primeros días de las apariciones. Solo cuando abren el corazón y oran, ocurren los milagros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de agosto de 1993
«Queridos hijos, deseo que comprendan que soy su Madre, y que deseo ayudarlos e invitarlos a la oración. Solamente mediante la oración pueden entender y aceptar mis mensajes y ponerlos en práctica en su vida. Lean la Sagrada Escritura: vívanla y oren para comprender los signos de este tiempo[1]. Este es un tiempo especial y por eso estoy con ustedes: para acercarlos a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Queridos hijitos míos, deseo que sean hijos de la luz y no de las tinieblas; por lo tanto, vivan lo que les digo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de julio de 1993
«Queridos hijos, les doy gracias por sus oraciones y por el amor que me demuestran. Los invito a que se decidan a orar por mis intenciones. Queridos hijos, ofrezcan novenas absteniéndose de lo que se sientan más apegados. Deseo que sus vidas estén unidas a mí. Yo soy su Madre y deseo, hijitos, que Satanás no los engañe, porque él quiere llevarlos por el mal camino, sin embargo, no puede lograrlo sin el consentimiento de ustedes. Por eso, hijitos, renueven la oración en sus corazones y así comprenderán mi llamado y mi vivo deseo de ayudarlos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de junio de 1993, 12do aniversario
«Queridos hijos, también hoy me alegro por su presencia aquí. Los bendigo con mi bendición maternal e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Nuevamente los invito a vivir mis mensajes y a ponerlos en práctica en sus vidas. Estoy con ustedes y los bendigo a todos día tras día. Queridos hijos, estos son tiempos especiales, y por eso estoy con ustedes: para amarlos y protegerlos, para proteger sus corazones de Satanás y llevarlos a todos más cerca del Corazón de mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de mayo de 1993
«Queridos hijos, hoy los invito a abrirse a Dios por medio de la oración para que el Espíritu Santo comience a realizar milagros en ustedes y a través de ustedes. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Dios por cada uno, porque, hijitos, cada uno de ustedes es importante en mi plan de salvación. Los invito a ser portadores del bien y de la paz. Dios puede darles la paz solo si se convierten y oran. Por lo tanto, hijitos míos queridos: ¡oren, oren, oren!, y hagan todo lo que el Espíritu Santo les inspire. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de abril de 1993
«Queridos hijos, hoy los invito a todos a despertar sus corazones al amor. Salgan a la naturaleza y vean cómo se está despertando[1], y eso los ayudará a abrir sus corazones al amor de Dios Creador. Deseo que despierten el amor en sus familias, y donde hay ausencia de paz y hay odio, que reine el amor; porque cuando hay amor en sus corazones, también hay oración. Y no olviden, queridos hijos, que yo estoy con ustedes y los asisto con mi oración para que Dios les dé fuerza para amar. Los bendigo y los amo con mi amor materno. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de marzo de 1993
«Queridos hijos, hoy como nunca los invito a orar por la paz: por la paz en sus corazones, la paz en sus familias, y la paz en todo el mundo, porque Satanás quiere la guerra, no quiere que haya paz, quiere destruir todo lo que es bueno. Por lo tanto, queridos hijos, ¡oren, oren, oren! ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de febrero de 1993
«Queridos hijos, hoy los bendigo con mi bendición maternal y los invito a todos a la conversión. Deseo que cada uno de ustedes se decida a cambiar de vida y que cada uno trabaje más en la Iglesia, no con palabras o con pensamientos sino con el ejemplo, para que su vida sea un alegre testimonio de Jesús. Ustedes no pueden decir que se han convertido, porque su vida debe ser una conversión diaria. Hijitos, para entender qué deben hacer, oren y Dios les dará a conocer lo que deben hacer concretamente y lo que deben cambiar en ustedes. Estoy con ustedes y los pongo a todos bajo mi Manto. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»
Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de enero de 1993
«Queridos hijos, hoy los invito a aceptar y a vivir mis mensajes con seriedad. Estos días son los días en que deben decidirse por Dios, por la paz y por el bien. Que todo odio y todo celo desaparezcan de su vida y de sus pensamientos, y que habite solo el amor a Dios y al prójimo. Así, y solo así, serán capaces de discernir los signos de este tiempo. Yo estoy con ustedes y los guío hacia un tiempo nuevo, tiempo que Dios les da como gracia para que lo conozcan aún más. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!»