Reflexión de Mons. Giovanni D´Ercole sobre la actualidad italiana con respecto a la guerra en Ucrania.

¡Tranquilos! Se necesita autocontrol para no crear más problemas de los que ya está creando la guerra en Ucrania. También leí de algunos funcionarios de alto rango de nuestra diplomacia ataques a Putin que son muy ofensivos y realmente no dignos de un estadista; así como ataques al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa por su homilía del domingo 6 de marzo, que fue solo parcialmente reportado por nuestros medios. 

El momento es difícil y delicado porque está en juego el futuro de Europa, que lamentablemente no ha sido capaz de prevenir y afrontar la situación con autoridad y eficacia. Puede que tengan ideas y opiniones diferentes pero creo que ahora es el momento de la máxima prudencia para todos nosotros. En primer lugar, porque las noticias que nos llegan a través de los medios y las redes sociales no deben tomarse al pie de la letra. En segundo lugar, porque como italianos [a quién dirige sus palabras] ahora estamos en una posición delicada habiendo prácticamente declarado la guerra a Rusia y su gente enviando armas a Ucrania. Amamos a los pueblos ruso y ucraniano, víctimas de una situación creada por sus respectivos gobernantes y les expresamos cercanía y solidaridad a ambos: son pueblos hermanos por larga tradición histórica y espiritual. No sabemos qué pasará.

Y si Putin, definido de las maneras más despreciables por algunos, llegara a alcanzar sus objetivos, ¿cómo nos las arreglaríamos los italianos? ¿Por qué no seguir con nuestras oraciones, lo que el Papa y la diplomacia vaticana están haciendo por la paz? Ayudamos a los refugiados de la guerra acogiéndolos como muchos lo están haciendo y evitamos tomar partido como en un partido de fútbol de un lado o del otro porque se nos escapan todos los elementos necesarios para un juicio justo de la situación. Trabajemos como podamos para alcanzar la paz y para ello no debemos echar leña al fuego sino apagarlo con nuestra intensa oración coral.

La oración y el ayuno son armas espirituales que en este momento estamos llamados a poner en acción y si es posible, evitar dejarse absorber por todo lo que los medios de comunicación, las televisiones y las redes sociales continuamente proponen sobre la guerra, ¡porque el riesgo de noticias falsas es muy alto!

Y finalmente, es bueno no olvidar que hay guerras que duran décadas en varias naciones africanas, en Asia, en Medio Oriente y América Latina y nadie habla de ellas. Todas las guerras hieren al cuerpo de la humanidad y testificamos que este mundo nuestro necesita una seria conversión al perdón y la justicia, pilares sobre los que se construye la paz. Pero sólo Dios puede cambiar el corazón del hombre, especialmente la conciencia de aquellos que hablan de paz y fabrican armas cada vez más sofisticadas y mortíferas, en el Medio Oriente y América Latina, y nadie habla de eso.