Este año también han dado testimonio varias personas, en 14° encuentro de oración por la paz en Viena. En primer lugar, el obispo auxiliar Arjan Dodaj, de Tirana, contó su vida. Cómo no tuvo contacto con la fe en Albania en la época del comunismo, y cómo su abuela le transmitió la fe con calma y fidelidad. ¡Un testimonio impresionante!

Como todos los años, los jóvenes de la comunidad Cenáculo dieron testimonio de sus vidas. El Cenáculo es un lugar donde los jóvenes que se han desviado del buen camino aprenden a vivir y a amar de nuevo. En su testimonio, el joven del Cenáculo repitió la frase de Madre Elivira: «Servir, servir, amar». Así es como deberíamos vivir todos. Luego, la vidente Marija Pavlović-Lunetti dio un maravilloso testimonio de la gracia que ha recibido de Dios, es decir, ver a la Virgen todos los días durante 40 años.

Fue un gran regalo que la vidente Marija estuviera presente como invitada especial. También habló de las numerosas comunidades espirituales que han surgido a través de Medjugorje y señaló en particular la comunidad «María, Reina de la Paz». Esta comunidad fue fundada por el P. Ignaz Domej. Él y algunos miembros de sus comunidades rezaron juntos el rosario, el Padre Ignaz agradeció la labor de la campaña de oración, que lleva 36 años difundiendo los mensajes de la Virgen desde Viena. Durante el rosario, alrededor de las 18:45, Marija tuvo su aparición diaria de la Virgen en la Catedral de San Esteban.

Después de la aparición, la vidente Marija dijo: «La Virgen nos bendijo a todos y rezó por todos nosotros. Puse todas nuestras preocupaciones y nuestras familias bajo la protección de la Virgen. Le pedí a la Gospa que rezara por nosotros ante su Hijo para que nos librara de esta pandemia. La Virgen extendió sus manos y rezó sobre todos nosotros y nos bendijo a todos. Gracias».

Finalmente, el cardenal Christoph Schönborn celebró la Santa Misa con numerosos sacerdotes concelebrantes. Al comienzo de la misa, saludó con alegría a la vidente de Marija y le agradeció calurosamente su visita a Viena. En su homilía, el cardenal habló de los dos lados de la cruz de Cristo, diciendo que mientras el lado frontal de la cruz es el sufrimiento y el dolor, el lado posterior es la alegría y la fertilidad. No debemos tener miedo a la cruz. Dios nos lleva a través del sufrimiento a la resurrección.

Agradecemos a todos los organizadores y colaboradores de la oración por la paz. Que la oración y la gracia de la aparición de la Virgen en la Catedral de San Esteban traigan muchas gracias a nuestra ciudad de Viena y a toda Austria.

Fuente: Medjugorje tutti i giorni