Con mucha emoción el pasado 10 de octubre un grupo de peregrinos panameños arribaron a la tierra bendita de Medjugorje, para seguir respondiendo al llamado de Nuestra Madre Santísima que nos invita a abrirle el corazón a Jesús y que sea el centro de nuestra vida.

«…Mi Corazón materno sabe que, cuando ustedes emprenden el camino de la fe, son brotes, capullos, pero, con la oración y el ayuno, serán frutos, mis flores, los apóstoles de mi amor. Serán portadores de luz e iluminarán, con amor y sabiduría, a todos alrededor de ustedes. Hijos míos, como Madre les pido: oren, reflexionen, contemplen. Todo lo hermoso, doloroso, alegre, santo, que les ocurre, les hace crecer espiritualmente; hace que en ustedes crezca mi Hijo…»      2 de agosto de 2019